Lunes 7 de octubre de 2024
La normalización de la violencia, especialmente cuando las agresiones físicas o verbales contra las mujeres no son denunciadas, puede perpetuar un ciclo que, en su fase más grave, podría culminar en un feminicidio. Así lo concluyeron diversas expertas consultadas respecto a un reciente caso en Santa Tecla, donde una víctima defendió a su pareja a pesar de que este fue detenido por intentar acuchillarla.
Hace pocos días, la Policía Nacional Civil informó que Álvaro Aníbal Patricks Ramos fue recapturado por intento de homicidio, después de que un juez ordenara su liberación tras cambiar el delito a lesiones, luego de que la víctima del caso, su compañera de vida, decidiera defenderlo para evitar que fuera procesado. El acto de violencia se hizo viral en redes sociales al ser captado por una cámara de videovigilancia.
Vanesa Martínez, “coach” emocional de Stress Center, destacó que “no denunciar un caso tiene efectos devastadores para una mujer, no solo en el plano emocional, sino también psicológico, físico e incluso puede llevarla a la última situación: ser víctima de un feminicidio”.
Martínez añadió que “cuando una mujer es víctima de violencia, esto le afecta a nivel físico, emocional y psicológico, con implicaciones fuertes en la salud mental, la autonomía, la seguridad y la autoestima”.
Por su parte, la psicóloga Patricia Velasco señaló que muchas mujeres tienden a normalizar desde los malos tratos hasta las agresiones físicas más severas, permitiendo que los mayores agresores sean personas cercanas, generalmente dentro del núcleo familiar. “Cuando no denuncian es porque piensan: ‘Él va a cambiar, estoy segura de que será diferente’. Este es el ciclo. La persona ya sabe: la golpeó, luego viene el perdón, un regalo, y todo sigue igual; pero si ella no rompe este ciclo, puede llegar a un feminicidio”, advirtió Velasco.
Las víctimas de violencia, tanto hombres como mujeres, pueden buscar apoyo en las diferentes oficinas gubernamentales habilitadas para orientarlos y ofrecer medidas de prevención. En múltiples ocasiones, el Gobierno ha instado a las víctimas a denunciar y buscar apoyo en las instituciones públicas, seguir el debido proceso, y esclarecer los hechos para garantizar su seguridad y la pacificación familiar.
La Fiscalía General de la República también ofrece un protocolo de atención a las víctimas, brindando orientación legal, psicológica, atención social, lúdica y médica a quienes sufren cualquier tipo de violencia.
Cecilia Pineda, jefa de la Unidad de Atención Especializada para la Mujer, Niñez y Adolescencia de la oficina fiscal de San Salvador, ha subrayado que “en el ministerio público se ofrecen recursos emocionales para que la víctima pueda transitar por el proceso penal y alcanzar el objetivo tan anhelado de acceso a la justicia, para que estos hechos no se repitan y más mujeres o niños no sean víctimas”.