Domingo 3 de noviembre de 2024
Hace apenas un mes, el Partido Demócrata se encontraba sumido en dudas sobre la candidatura del presidente Joe Biden a la reelección, aunque el aparato del partido aseguraba que la convención de Chicago estaba lista para coronarlo como candidato tras una clara victoria en las primarias. Sin embargo, cuatro semanas de intensos cambios y maniobras políticas han transformado el panorama, culminando en una convención que ungirá a una política que ya no permanecerá en segundo plano: la vicepresidenta Kamala Harris.
La Convención Nacional Demócrata, que comienza este lunes, marca el final de un proceso iniciado el 27 de junio, el día en que Biden y el expresidente republicano Donald Trump participaron en lo que debía ser el primer debate televisado de la temporada, el más temprano de la historia, incluso antes de que ambos fueran confirmados oficialmente en sus respectivas convenciones. Sin embargo, la actuación insegura y a ratos titubeante de Biden generó serias preocupaciones sobre su capacidad para cumplir un segundo mandato a sus 81 años.
La situación se complicó aún más cuando, el 13 de julio, Trump estuvo a punto de ser asesinado por una bala que le rozó la oreja derecha, un suceso que consolidó su posición como el favorito en la carrera presidencial, especialmente tras su impulso en la Convención Nacional Republicana.
En medio de este panorama incierto, Harris y el gobernador de Minnesota, Tim Walz, emergieron como la nueva fórmula presidencial demócrata, trayendo calma y certidumbre al partido. El 11 de julio, el equipo de campaña de Biden organizó una rueda de prensa para demostrar que el presidente estaba en plenas facultades, pero solo diez días después, Biden sorprendió al país al anunciar que no buscaría la reelección y que respaldaba a Harris como su sucesora. Este anuncio tomó por sorpresa a muchos en el equipo de campaña y desató semanas de intensas negociaciones para asegurar el apoyo del Partido Demócrata a Harris de manera transparente y creíble.
El proceso culminó con votaciones virtuales que confirmaron la nominación de Harris por una amplia mayoría, en lo que ha sido descrito como uno de los giros electorales más significativos de la historia reciente, según David Wasserman, analista senior de Cook Political Report.
Con este respaldo, Harris llega a Chicago después de tres semanas en las que ha tomado el control de una nueva campaña bien financiada y llena de talento, logrando energizar a los votantes demócratas con mítines que han superado los 14,000 asistentes. La fórmula Harris-Walz ha reducido significativamente la ventaja de Trump en los estados clave del Colegio Electoral, y esta convención demócrata podría ser el impulso necesario para convertir a Harris en la primera mujer presidenta de Estados Unidos, algo impensable a principios de año.