Sábado 27 de julio de 2024
Durante su primer quinquenio como presidente de El Salvador, Nayib Bukele ha liderado un proceso de refundación del país, marcado por transformaciones en áreas social, económica y política, respaldadas por una amplia aceptación popular, según destacan diversas encuestas de opinión pública.
Uno de los aspectos más notables de la gestión de Bukele ha sido su enfoque en la seguridad pública, que lo ha convertido en un referente mundial. Su política y estrategia han logrado reducir drásticamente los índices de homicidios, encarcelando a más de 80,000 pandilleros, recuperando territorios controlados por pandillas y combatiendo el crimen común y organizado.
Este éxito en seguridad se ha traducido en cifras sin precedentes: la tasa de homicidios ha disminuido significativamente, pasando de niveles heredados de gobiernos anteriores del 38 por cada 100,000 habitantes a solo 1.5 en el primer trimestre de este año. Además, la gestión Bukele lleva más de 600 días sin registrar homicidios, gracias al exitoso Plan Control Territorial y otras medidas.
El presidente Bukele también ha impulsado el desarrollo económico y el turismo, recibiendo reconocimiento internacional por su impacto positivo en la vida de las familias salvadoreñas. El Ministerio de Turismo estima un crecimiento histórico en la llegada de turistas y generación de divisas, mientras que el Consejo Mundial de Viajes y Turismo proyecta que El Salvador se posicione como líder turístico en Latinoamérica.
En el ámbito de la salud, educación y combate a la corrupción, las acciones de Bukele también han sido destacadas. La gestión eficiente de la pandemia de COVID-19 ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud, mientras que la entrega de tecnología a estudiantes ha reducido la brecha digital en la educación pública. Además, el combate contra la corrupción ha resultado en la captura de funcionarios y exdiputados, así como en la incautación de bienes de políticos corruptos.
En resumen, el primer quinquenio de Nayib Bukele ha sido caracterizado por una serie de logros y transformaciones que han refundado El Salvador, consolidando al país como un modelo de políticas de seguridad, desarrollo económico y combate a la corrupción.
