Sábado 27 de julio de 2024
En medio de un contexto de profunda contracción económica, Argentina experimentó una moderación en el aumento de precios en marzo, con una inflación del 11%, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Esta cifra representa una desaceleración respecto al 13,2% registrado en febrero y al 20,6% de enero, aunque la inflación interanual se mantiene elevada en un 287,9%.
El incremento mensual más significativo en marzo se observó en el sector de educación, con un aumento del 52,7%, seguido por comunicación (15,9%), tarifas de servicios públicos como agua y electricidad (13,3%) y transporte (13%).
El ministro de Economía, Luis Caputo, destacó la importancia de las medidas de anclaje fiscal, monetario y cambiario, así como los esfuerzos para simplificar el comercio interno y normalizar el comercio exterior, como elementos fundamentales para mantener este camino hacia una desaceleración de la inflación.
A pesar de esta moderación en la tasa de inflación, algunos expertos advierten que la caída en el ritmo de aumento de los precios no debe interpretarse como una mejora para los argentinos, ya que está asociada con la disminución del consumo en un contexto de recesión económica.
La situación económica se refleja en el desplome de la actividad en diversos sectores. Belén Lo Russo, gerente de comercio exterior del Taller Baigorria, una metalúrgica familiar, describió la situación actual: “Desde diciembre y enero hemos tenido una caída en las ventas contra los objetivos proyectados del 30%”. Esto se suma a una serie de indicadores negativos, como la caída del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) en enero, que registró una contracción interanual del 4,3%.
El escenario de “estanflación” (inflación y recesión) se hace evidente en diversos sectores, incluyendo construcción, pesca, intermediación financiera, industria manufacturera y comercio, todos experimentando marcadas caídas en su actividad económica.
