Martes 3 de diciembre de 2024
Al menos 103 personas perdieron la vida en dos explosiones que ocurrieron en medio de una multitud que conmemoraba el cuarto aniversario de la muerte del general Qasem Soleimani en la ciudad de Kermán, al sur de Irán. Las explosiones, separadas por unos 15 minutos, tuvieron lugar cerca de la mezquita Saheb al Zaman, donde se encuentra la tumba del mencionado general.
El ataque, que las autoridades iraníes calificaron como un “atentado terrorista”, se produjo en un momento de creciente tensión en la región, acentuado por la reciente muerte del número dos de Hamás, Saleh Al Aruri, en un ataque en Beirut, que se atribuyó a Israel.
Rahman Jalali, vicegobernador de la provincia de Kermán, confirmó que se trató de un atentado terrorista en la televisión estatal. Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado la responsabilidad de los ataques, que constituyen el ataque más mortífero en Irán desde la revolución islámica de 1979.
La agencia oficial informó que el número de muertos aumentó a 103, con 211 personas heridas, algunas de ellas en estado crítico. Entre las víctimas mortales se encuentran tres paramédicos que acudieron al lugar tras la primera explosión.
Este atentado representa un grave incidente en la región y se produce en un contexto de tensiones geopolíticas y acciones militares que involucran a distintos actores de Oriente Medio. La situación podría tener amplias repercusiones en la región y en las relaciones internacionales.